LAS MÚLTIPLES CARAS DE SICILIA

Morada de dioses y héroes, enaltecida por poetas y dramaturgos grecorromanos: citada en «La Eneida», poema épico de Virgilio y antes convertida en tierra de cíclopes en la famosa epopeya de Homero «La Odisea» en el siglo VII a. C. Sicilia es además la cuna de Vincenzo Bellini (1801-1835), compositor de ópera venerado por todo siciliano.

Es la mayor isla del mediterráneo, está ubicada al pie de numerosos volcanes, entre ellos el Etna, el volcán más activo de Europa y también el menos temido. Su deslumbrante y diverso paisaje sumado a su infinidad de tesoros culturales, seducen cada año a viajeros de todo el mundo que —desde el siglo XVIII— llegan hipnotizados por sus encantos.

Sicilia es el resultado de toda la historia que ha dejado huella en su cultura, sus playas han visto el desembarco de fenicios, griegos, cartagineses, romanos, árabes, bizantinos, normandos, franceses y españoles. Recorrer la isla es como un viaje en el tiempo, verás todos sus rostros y edades superpuestos y en cada lugar por el que pases encontrarás restos de antiguas civilizaciones.

Como si su patrimonio clásico no fuera suficiente, Sicilia además alberga otras joyas artísticas y arquitectónicas posteriores a la caída del imperio romano, las que podrás ver en forma de mosaicos bizantinos, castillos góticos, palacios normados y ornamentaciones árabes y barrocas. La Capilla Palatina y la Catedral de Monreal, son uno de los mayores logros del arte normando en el mundo y ambas nombradas patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; los Palacios de Noto, la Catedral de Ragusa, como la Piazza del Duomo de Siracusa, dan muestra del urbanismo barroco, siendo esta última su obra maestra.

Imprescindible visitar Segesta, el templo olvidado de Sicilia; el Valle de los Templos de Agrigento, que nos muestra el esplendor de la civilización griega; y los teatros helenísticos de Siracusa y Taormina, este último con su forma de herradura perfecta y el Etna asomando en el horizonte, es uno de los más célebres del mundo.